miércoles, 1 de febrero de 2012

EVOLUCIÓN

Estamos rodeados de millones de sistemas a todos los niveles de observación; Galaxias, amibas, estrellas, termitas, supernovas y seres humanos. ¿Para qué seguir? Llenaríamos páginas y más páginas y no acabaríamos nunca. Y sin embargo, todo cuanto existe se reduce a solo dos elementos: materia y energía, energía y materia, que además pueden convertirse la una en la otra. Así, tenemos que todo cuanto reside a nuestro alrededor ha surgido de la acción de estos dos elementos. Evidentemente, alguna forma de actuación tiene que existir para que, de estos dos elementos, salga todo cuanto podemos observar desde nuestro entorno. 

Ya los átomos tomando, cediendo o compartiendo electrones modifican su estructura, o formando moléculas para crear todos los elementos que conocemos dentro de la naturaleza. Las moléculas, por su parte, hacen otro tanto y seguimos adelante con los aminoácidos que realizan verdaderos malabarismos para construir las proteínas. Los investigadores quedaron perplejos al analizar compuestos con exactamente el mismo número y variedad de aminoácidos pero que eran dos cosas distintas. Tardaron en enterarse de que no variando el número ni la cualidad simplemente lo que ocurría era que estaban distribuidos de manera diferente. Vaya por Dios.

Poco más o menos sería parecido a los ladrillos, piedras, cemento, madera y cristal, que podrán servir para construir un palacio, una catedral o una prisión. En una sociedad tenemos que precisar cómo están distribuidas las diferentes partes para conocer la formación de su estructura. Lo que parece ser una pauta general en la naturaleza es que todos los cambios se producen para aumentar la velocidad o la eficacia de los procesos y de esta manera aumentar también la disipación de energía, aunque a veces sea preciso recular para saltar mas.

La sociedad en su conjunto actúa como un ser vivo que realiza miles de procesos para obtener las materias que precisa y para eliminar los productos de deshecho.

Los Carnot, como acabamos de decir, estudiaron detalladamente el óptimo rendimiento de los motores simples y térmicos. Lazare Carnot anuncio que en un máquina mecánica simple deberían evitarse al máximo, entre otras cosas, la puesta en contacto de cuerpos que se movieran a distintas velocidades, ya que esto reduciría su rendimiento.

Una mirada superficial a la Unión Europea basta para confirmar que las sociedades que la componen se mueven a diferentes velocidades y los resultados no dejan ninguna duda de que lo que Lazare predijo que pasaría en una máquina ocurre igualmente en la maquinaria social. En ambos casos, debido a la propagación de la energía, ésta se dispersa dentro del sistema sin realizar trabajo alguno produciendo mas entropía. Por ello las diferencias productoras de efectos se van paulatinamente reduciendo y disminuyendo la capacidad del sistema de realizar los procesos que lo hacen evolucionar.

Veamos qué nos dice la mecánica con respecto al trabajo: si una fuerza se alinea en la misma dirección en que se mueve el vector, el trabajo es positivo; si la fuerza es perpendicular al vector el trabajo es nulo y si va en contra, el trabajo es negativo.

Si estas mismas reglas las aplicamos a la evolución económica de cualquier sistema social, veremos sin dificultad alguna que allí sucede exactamente lo mismo. Así las cosas, tenemos que los millares de procesos que ocurren en todas las actividades de la sociedad impactan en su evolución como las varillas de un abanico abierto: unas haciendo un trabajo más o menos positivo, otras sin realizar trabajo alguno y otras con un trabajo más o menos negativo. El avance o retroceso que sufre la sociedad hay que medirlo por el balance de todas estas fuerzas actuando sobre el sistema. Este balance es el resultado del nivel de entropía que domine el sistema y sus variables como la presión y la temperatura marcada por la velocidad a que se muevan sus componentes.

En muchos laboratorios se han realizado experimentos principalmente con reacciones químicas para seguir el comportamiento microscópico molecular durante la reacción, todos los cambios producidos y el resultado global del sistema al fin de la reacción. Se han estudiado las inestabilidades, fluctuaciones y bifurcaciones del sistema después de la reacción y se han obtenido enseñanzas muy interesantes con referencia a la evolución de la reacción, como son los ciclos límite, la ruptura de simetría o la aparición de más de un estado estacionario.

Naturalmente estas reacciones se refieren a casos muy concretos y limitados.

En el caso de estudiar la evolucion de sistemas vivos, la situación es mucho más compleja porque hay que considerar los cambios que se producen continuamente por la propia evolución del sistema. Además de las perturbaciones que pueden sufrir los sistemas vivos como son accidentes, fluctuaciones climáticas, actuación de depredadores, enfermedades, etc., a nivel microscópico los seres vivos cambian constantemente a través de la acción de los procesos que ocasiona su propio metabolismo como son las fluctuaciones en la entropía, la presión y la temperatura, que marcan gradualmente su transito a la vejez y la perdida de las facultades que ésta ocasiona.

Pienso que nadie pondrá en duda que todos los seres vivos nacen, se desarrollan, se reproducen y mueren sin excepción alguna. Para intentar medir la evolución de estos sistemas seria útil asignarle un tiempo interno a cada sistema, un tiempo que no sería igual al que marcan las agujas de un reloj sino más bien como un operador que actúa sobre las funciones del sistema. De esta manera sería mas comprensible descifrar las diferencias que existen entre el comportamiento de un niño y un adulto; y por supuesto en una sociedad los cambios en la actuación social entre épocas separadas por periodos de tiempo más o menos prolongados.

Todos los actores que tienen algo que ver con la vida social: políticos, expertos, ensayistas, sociólogos, pensadores, gobernantes y el resto del tropel, están firmemente convencidos de que pueden resolver cualquier inestabilidad que presente el sistema social. Es decir, que poniendo las cosas en donde estaban antes de presentarse el problema es fácil cambiar lo que se había hecho mal y asunto resuelto. Esa pretensión de querer manipular a la naturaleza y hacerla moverse a nuestro antojo ha sido una manifiesta intención que se ha producido en todos los tiempos siempre con resultados negativos.

En la realidad de los hechos, las cosas suceden de manera diametralmente opuesta. Son las condiciones en que se encuentre el sistema lo que determina lo que los actores sociales pueden o no hacer.

Recuérdese que el tiempo interno y la entropía de un sistema son los operadores que actúan sobre las funciones del mismo. Lo que puede hacer un niño no tiene mucho que ver con lo que pueda hacer un anciano. En una sociedad ocurre exactamente lo mismo. El nacimiento de las sociedades occidentales vino de la mano de la creación de las innumerables órdenes religiosas durante un corto periodo de tiempo: El comienzo fue Cluny, cuyo movimiento se extendió rápidamente, desde Francia, a Alemania, Inglaterra, España, Portugal y varios países más. Luego siguieron el Císter, Cartujos, Franciscanos. Dominicos, Jerónimos, Hospital, Temple, Calatrava, Alcántara, Santiago, Benedictinos, Capuchinos, Mercedarios, Agustinos, Carmelitas, Trapenses y muchas más. Y por supuesto, otras muchas de mujeres. Sería tan absurdo pretender que en ese tiempo se ofrecieran conciertos de rock como que hoy se creara una orden como los Templarios.

A partir del año 1000, las condiciones en occidente de alta entropía y baja temperatura y presión eran las propicias y se vivió en todas las sociedades occidentales un fervor semejante al nacimiento de todas las religiones. Miles de peregrinos recorrían los pueblos contando las acechanzas del demonio, rostros y figuras monstruosas se creían ver por doquier, Satanás se escondía en la figura de animales feroces o de seres extravagantes y aún hoy se ven en los pórticos de muchas catedrales de la época. El terror por morir sin la salvación eterna invadía a todos los seres humanos de la época y los prodigios de la fe cristiana para combatirlos. La cruz que ahuyentaba al maligno. Por ejemplo.

Esto motivó la formación en los sistemas sociales de un movimiento coherente del que participaba la gran mayoría de los pueblos. Este movimiento tenía dos propósitos: recuperar para la cristiandad Jerusalén y los santos lugares y desalojar a los mahometanos del sur de Italia, Sicigia y España y de ahí la formación de la primera Cruzada. Fue un asombroso movimiento popular que se llevó a buen fin a pesar de las luchas y conflictos de los príncipes y jerarcas que dominaban prácticamente a toda Europa occidental. Este orden en la sociedad redujo la entropía del sistema y propició un desarrollo extraordinario con la construcción de monasterios, abadías, catedrales e iglesias a lo largo y ancho de todos los estados de occidente y naturalmente toda esta actividad creó una abundante prosperidad que se extendió a todos los sistemas de occidente.

Si echamos una mirada a los dos operadores. Tiempo interno y entropía que mencionamos antes, vemos que estos actúan sobre las funciones que posee el sistema en cada instante de su vida y como estas funciones cambian con la edad del sistema éstas serán siempre específicas de cada momento.

Reflexionemos un momento en la forma que las termitas ejecutan esas construcciones gigantescas que son los termiteros. Para comenzar las termitas se mueven aparentemente en forma aleatoria y van colocando arenas, unas sobre otras, en las que impregnan una feromona que actúa como atractor para que otras termitas acudan a ese lugar a depositar sus arenas. En cuanto se forma un montón apreciable la acumulación de feromona ejerce una mayor atracción y allí van muchas más a continuar la construcción. Si hay dos columnas separadas construyen un arco para unirlas y así alcanzar esos verdaderos rascacielos que forma su nido.

En Alemania, al final de la primera guerra se formaron multitud de grupos sin apenas importancia con doctrinas nacionalistas. A uno de estos grupúsculos acudió Hitler, el llamado Partido Alemán de los Trabajadores, a quien habian encargado su vigilancia y la preparación de un reporte sobre sus actividades. Esto fue en septiembre de 1919 y sin haberlo solicitado lo hicieron miembro del partido que, en total, tenia 8 miembros. Después de múltiples apariciones en donde fue dejando algún atractor, en las elecciones de 1932 el partido Nazi, nuevo nombre del anterior, obtuvo 13.745.400 votos y unos meses más tarde Hitler se había hecho dueño de toda Alemania. Más o menos lo mismo que hubieran hecho las termitas para construir su nido. Por su parte la doctrina comunista tuvo un desenlace semejante hasta su establecimiento en Rusia.

En tiempos de Cristo surgieron una multitud de predicadores y profetas en toda la comarca aramea anunciando la llegada del Mesías y el fin del mundo. Una de ellas fue la de Juan el Bautista a donde fue Jesús a bautizarse. Una de esas corrientes ganó el predominio y de ella nació el cristianismo.

Podemos decir con alto grado de seguridad que un sistema social con alta entropía y baja presión, habrá de producir estadísticamente ideas igualitarias y de libertad camino del equilibrio o la muerte, que es el gran atractor. Sólo si la energia logra establecer diferencias que mantengan al sistema fuera del equilibrio podrá el sistema seguir evolucionando.

Hemos dicho en otro lugar que la inestabilidad de un estado termodinámico solo se produce después de una etapa auto catalítico.

Hay que tener en cuenta que las fuentes de energía de cualquier sistema social fueron las mismas desde cuatro milenios AC hasta el siglo XVIII, esto es: alimentos, oxígeno, fuego, trabajo humano y de animales y las corrientes de agua y la fuerza del viento.

La pólvora que se descubrió mas tarde sólo se uso para fines militares. Los avances logrados durante todos estos milenios se debió a la utilización más eficiente de la energia por los inventos de mejores herramientas, armas, y las máquinas simples que activaban las corrientes de agua, el fuego y la fuerza del viento. En el siglo XVIII se produjo una fluctuación en las fuentes de energía, que produjo una situación sin precedente en toda las historia humana -me refiero al carbón y el petróleo. Esto llevo a los sistemas sociales de occidente a un asombroso desarrollo y con consecuencias que son difíciles de imaginar.

En el presente estado de las sociedades occidentales sólo queda al sistema la creación espontánea de estructuras espacio temporales estrictamente disipativas como son los eventos deportivos y los festivales artísticos de grandes concentraciones de masas cuya única función, termodinámicamente hablando es la de disipar energia. Notemos tambien que esos eventos producen correlaciones a distancias macroscópicas: un partido de fútbol celebrado en Sudáfrica, entre Brasil y Japón puede correlacionarse con manifestaciones simultáneas ocurridas en Rio de Janeiro y Tokio.

Para medir el grado de envejecimiento social visto desde el interior del mismo debemos considerar:

1.- La disminución de nacimientos.

2.- El envejecimiento gradual de la población.

3.- El grado de fragmentación en que se encuentra el sistema.

4.- El alto índice de entropía, temperatura y desorden del sistema y la energía libre es mínima.

5.- La permeabilidad de su frontera.

6.- La reducción de las diferencias entre sus elementos.

Cuando un ser vivo, individual o social, llega a ese estado en que la fertilidad se ha perdido y la actividad productiva llega a un mínimo, puede permanecer en este estado por periodos de tiempo prolongados pero esto no impide que el sistema esté casi muerto.

El estado actual en el que se encuentran las sociedades occidentales solo permite el desarrollo de ideas igualitarias y de libertad y esto se puede ver a todos los niveles. Los estados promulgan leyes, por doquier aparecen organizaciones, conferencias, tratados filosóficos, todos en esa misma dirección. Esto empuja al sistema hacia el equilibrio, que es el atractor, en donde ningún proceso es ya posible y donde sin remedio sobreviene la muerte.

Nadie puede predecir cuándo y dónde morirá un hombre o una sociedad. Puede suceder por una enfermedad, un accidente o un asesinato, pero la muerte le llegará sin excepción alguna. Un hombre o una sociedad, ya estériles e improductivos, aun pueden seguir vivos algún tiempo ayudados por sus congéneres, pero esto son solamente situaciones temporales que no impiden el final.

Se habla mucho sobre las burbujas que se forman en los sistemas como responsables de las inestabilidades o crisis del sistema. Burbuja inmobiliaria, bursátil, deportiva, etc. Pero hay que ir algo más atrás, porque para que pueda formarse una burbuja de ese tipo hace falta que exista en el sistema un exceso en la concentración del catalizador, es decir, de dinero. Ese exceso de dinero es atraído por el sector que ofrezca una mayor posibilidad de incrementarse, y es aquí donde existe la mayor probabilidad de producirse la tal burbuja.

Aquí trataremos de encontrar alguna pista que nos diga por qué en las crisis económicas que sufren las sociedades se producen fenómenos como la merma en la actividad económica y el desempleo. Esto es harina de otro costal.

1 comentario:

  1. Increíblemente interesante, increíblemente complejo.....para leerse varias veces....

    ResponderEliminar